viernes, julio 27, 2007

That little girl from Salt Lake City...

Algunas anotaciones al margen de Gummo (Harmony Korine, 1997):

. La violencia es la absolutización del presente y el recuerdo borroso del futuro. El pasado: ahí está, pero mejor no acercarse.

. Di-ane Arbus se ofendió, nomás, y se metió de prepo antes que Herzog.

. "Decime que ése no era un perro de verdad...".

. Recomendable para todos aquéllos que tengan manos ágiles para taparse los ojos.

. "Decime que ése no era un gato de verdad...".


. Muy recomendable para los que estén en pleno descenso arltiano.


Adenda a '"Irrespetuoso magreo metafísico de "Zamba de Vargas"'

Nobleza obliga: hay una explicación aburrida para el milagro, que nosotros encontramos, por desgracia, mientras buscábamos un poco de información sobre los autores de la zamba.

Es criminalmente fácil dar en Internet con la información correspondiente.

Éramos tan felices.

Irrespetuoso magreo metafísico de "Zamba de Vargas"

Siempre me las vi de colores para hacer la relamida distinción entre "letra" y "música". Si bien es cierto que, muy de tanto en tanto, me topo con una letra que rompe el envoltorio musical (entiéndase por eso: la instrumentación, si la hay; la armonía; y las manifestaciones hiperbólicas de la melodía y el ritmo que, por lo general, sirven para distinguir etruscamente entre un punto que habla y otro que canta), que me obliga a "leerla", es decir, a interpretarla en tanto que instancia de un sistema de signos y no en tanto que instancia de un sistema de signos.

Fue así que juzgué valiosa la letra de "Milonga de Jacinto Chiclana", de Borges, sin tomarme el laburo de abstraerla de los mitones de Rivero.

Fue así que aprendí canciones en inglés (cuando todavía no tenía el dominio marginal que tengo ahora del idioma) con horrores gramaticales, semánticos y fonéticos, que jamás logré corregir (ni siquiera con el dominio marginal que tengo ahora del idioma). Vaya como ejemplo "Thick as a brick" de Jethro Tull, donde brilla un "does" que yo pronuncio indefectiblemente como /ðɔ:f/, que juzgué entonces la forma obvia de pronunciar el improbable "though" que suponía iba ahí, cuya pronunciación desconocía tanto como su uso.

Fue así que pasaron años de escuchar composiciones, infinitas veces, sin tener la más remota idea de lo que decían las letras, que, ya que estamos, sabía de memoria.

Y es en este último componente de la anáfora donde viene a caer la letra de la mencionada "Zamba de Vargas", ignorada por años, tapada por el piano embrujado del Cuchi.

Antes de seguir tendría que aclarar que la versión de marras es la del querido Dúo Salteño, incluida en el disco El canto de Salta (1971), más que nada porque la zamba en cuestión es anónima y, seguramente, sea pródiga en variaciones.

Ahora sí, desde arriba.

Forman los riojanos en Pozo 'e Vargas.
Los manda Varela, firme en batalla.
Contra los santiagueños, con gran denuedo,
Van a pelear.
Ya don Manuel Taboada, alta su espada
Se ve brillar.

Ortodoxamente, la primera estrofa no sirve más que para ponernos en contexto (creemos que esto es de la época de la Guerra de la Triple Alianza) y para empezar a perdernos en el piano embrujado del Cuchi. Así las cosas, planteados los riojanos contra los santiagueños (pueblos fértiles para la creación de estereotipos, que no serán enumerados aquí, un poco porque tenemos corrupto el recuerdo y otro poco por vagancia), nos ponemos en trance épico y esperamos la segunda.

Atacó Varela con gran pujanza,
Tocando a degüello, a sable y lanza.
Se oyen los alaridos en el estruendo
De la carga,
Y ya pierden terreno los santiagueños
De Taboada.

De acá no podemos rescatar demasiado, a menos que pretendamos desviarnos del fin original del análisis. Como nota de color y quizá como reivindación (hija, ojo, del autor anónimo de la letra) de los estereotipos silenciados más antes, podemos señalar cuántas estrofas necesitaron los santiagueños para empezar a perder y, por qué no, que la principal de las armas de los riojanos es la pujanza. Aprovechando el contexto militar, vayan 21 salvas para la sutileza.

"Bravos santiagueños", dijo Taboada,
"Vencerá la muerte, vuelvan las caras.
Por la tierra querida demos la vida
Para triunfar".
Y ahí nomás a la banda la vieja zamba
Mandó a tocar.

La verdad, ya no le tenemos tanta fe al análisis que veníamos carburando. De esta estrofa nos quedamos con una inquietud correspondiente al segundo verso, en el que estamos seguros de escuchar "vencerá la muerte, vuelvan las caras" (concepto más bien anglosajón), por mucho que creamos que a una composición vernácula le calzaría tanto mejor un "vencer o la muerte, vuelvan las caras". Rescatamos también la idea de azuzar a las tropas con música, aunque no nos convence demasiado la elección del ritmo. Vamos con la última:

Y en el entrevero, se alzó esta zamba,
Llevando en sus notas bríos al alma.
Y el triunfo consiguieron los santiagueños.
Y este cantar,
Pa'la eterna memoria, Zamba de Vargas,
Siempre será.

Es en esta estrofa donde acechan el misterio y, posiblemente, la locura. Porque, ¿qué otro fin le espera al entendimiento de quien (a diferencia de uno) presta atención a la letra y advierte que la zamba ("Zamba de Vargas") y la zamba que la menciona ("Zamba de vargas") son exactamente la misma zamba ("Zamba de Vargas")? La deixis hecha por tierra prácticamente toda ambigüedad.

¿Qué habrán pensado los soldados de Taboada cuando Taboada mandó a la banda a tocar la zamba que cuenta cómo la banda de Taboada tocó la zamba para los soldados de Taboada, por pedido de Taboada?

Suponemos que los más pragmáticos se regocijaron con la noticia de que iban a salir airosos del entuerto.

Esperamos, deseamos y sabemos que al menos uno haya pensado lo mismo que aprendiéramos en Waking Life (Richard Linklater, 2001): que

la Eternidad es un instante, y ese instante es ahora.

sábado, julio 21, 2007

Adenda a "21 de julio de 2007"

Sería una injusticia obviar nuestras interacciones con el chiquitísimo Facundo F., de seis infatigables años, con quien debatiéramos acaloradamente y casi a los gritos sobre méritos y desméritos relativos de Harry Potter y Lord of the Rings.

Le agradecemos especialmente el gesto que tuvo cuando se hizo evidente que no sabíamos cómo hacer para explicarle que Charlie y la fábrica de chocolates no es una película infantil. Cuando un servidor trataba de ganar la puerta del quincho para volver derrotado a la adultez, nos abrazó con un "No, quedate. Me gusta mucho charlar con vos. Me enganché con vos."

Le agradecemos muy especialmente su apreciación sobre las sombras que proyectábamos en el decurso de nuestra caminata.

"Estamos hechos de rayas".

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21 de julio de 2007

...the old blood which he had not been permitted to choose for himself...
Barn Burning, William Faulkner (1939)



No le teníamos demasiada fe a la empresa, es cierto. Creíamos que tamañas conspiraciones eran dominio exclusivo de la pluma de Borges.

Pero no. Vinieron los australes, los mesopotámicos (su nombre es Legión) y hasta los más chúcaros de los bonaerenses.


Aplausos para los varios que dejaron la piel y abrazos para todos, también para los ochenta y tantos que quedaron afuera de la foto.

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martes, julio 17, 2007

Criptomnesia y otras flores

1) Ya nos habían anoticiado acerca de ciertas teorías sobre Dinosaur Comics; verbigracia: que Ryan North es en realidad varias personas (o una, en cuyo caso es claramente Shakespeare) y que las tiras se ajustan misteriosamente a los episodios de la vida de un individuo que, como nosotros, cree que las partículas del Universo todas están en su contra*.

Hasta hoy, mucho no nos convencían. Sin embargo, la tira del 17 de julio, la del 17 de julio, incluye una cita de un tal Richard Dawkins que es, me temo que casi textualmente, lo mismo que dije yo hace cosa de un año y medio, a Andriy

(malabarista y okupa en potencia de las márgenes del Danubio, gigante gentil con una capacidad de asombro y una candidez emocionantes)

y a Ted,

(viejo punk y krautrocker, que me abrazara y me besara cuando le dejara una copia de Treasure Island y que seguramente algún día se apersone en casa para llevarme en combi hasta las alturas del Inca),

cerveza de por medio, en cierta mesa de cierto tugurio que nada tenía que hacer en South Kensington.

*A su favor: tiene pruebas.

2) No vemos la hora de que llegue el próximo no cumpleaños. Los regalos nos alegraron mucho.

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domingo, julio 15, 2007

Crítica tentativa y más bien ausente

What's all this then?
Superintendent Harry "Snapper" Organs,
as Sancho Panza in "Man of la Mancha"

Cuando recién empezaba a animármele al tema del pensamiento, con el respeto que todavía no perdí, me contentaba con fintas de dudoso mérito: cómo era posible que algo infinatemente indivisible pudiese ser finito, si aún quedaban colores por descubrir y malabares por el estilo.

Después, ya entre algodones de hastío (tanto yo como los cálices ocasionales de mis preguntas repetidas), me tiré con poca gracia por la sinusoide que se mueve entre el achanchamiento y la vagancia lisa y llana.

Siempre conviví con la sospecha de que en algún lugar y en algún momento existía una pregunta redentora, que jamás hice.

Aciago es el día en el que hombre descubre que le han ganado de mano por una pila de años y que ya es tarde hasta para soplarle el mérito al venturoso.

Salve, redactor de la pregunta que corona el afiche.



Ya en serio: más allá de la curiosa estrategia de venta, menudo hallazgo. Todavía no la vimos, por falta de coordinación espaciotemporal entre la cinta y quienes escriben. Ya averiguaremos si se trata de otro zarpazo al morbo (por las razones esgrimidas acá y, supongo, acá) o de una visita sincera a los derroteros menos transitados de la estética.




Por lo pronto, cuenta con el visto bueno de Zappa

jueves, julio 12, 2007

Analepsis...

...para este lado y, también, menos, para el de la entrada inmediatamente anterior a ésta.

Lo cierto es que, después de vociferar lo justo y necesario, disfruté la nieve tanto como pude y me dispuse, paciente, a sonreír entre revelaciones y entre pareceres y entre epifanías de personas que estimo tanto y que tanto pueden liberar tras un ratito nival. Igual, contra todos los pronósticos, ganó él. Por escándalo.

"A mí lo que maravilla es el silencio".

Por cierto, sé que estabas llorando en pleno recital de Inti Illimani.

Sé que sabés que yo también estaba llorando.

lunes, julio 09, 2007

¿Aguanieve?

...

Igual, nos diste buenas lluvias.

jueves, julio 05, 2007

Émula del tiempo en clave de bebop

—Well, Mother, do you think they'll make it?
—Well, Father, it's their choice. Of course they can make it.


En mi antigua casa (no la más antigua, por cierto) había todos los tomos de la Historia Universal de Pirenne. Es muy probable que esté proyectando mis deseos de haber sido un niño más interesante que el que en realidad fui, pero estoy más o menos seguro de que alguna que otra vez me acerqué con miedo a los volúmenes soberbios y traté de robarles algo.

Por alguna razón, sólo recuerdo las entradas correspondientes a las empresas de Schliemann y al julepe correspondiente a vérselas cara a cara con Agamenón, o casi.

(Por otro lado, estoy prácticamente seguro de que dichas empresas y dicho julepe no aparecen en la Historia de Pirenne, sino en otro libro, también bastante soberbio, que me caía tanto mejor porque tenía unas ilustraciones de los dioses helénicos que todavía recuerdo. Eso no implica que la Historia no me suscite los recuerdos susodichos. En fin.)

Si hace falta justificar los tres párrafos anteriores, tendría que decir que me rompí la madre contra otra historia universal, que procuraré dejar al alcance de mis hijos, más o menos cerca de la de Pirenne.

Voyage to next (1974), de Faith y John Hubley, es tanto más acotada y vaga que la Historia, pero reboza de acuarelas, de swing y de estética lisérgica.



Encima, Dizzy Gillespie estuvo a cargo de la música y encima le prestó su voz (que tan felices nos hace) al Padre Tiempo (personaje que brilla por su ausencia en el trabajo de Pirenne, al igual que la Madre Naturaleza).

Listo.

Disclaimer: No, Lo Terrible no está en pleno proceso de transformarse en una bitácora sobre animaciones escrita por alguien que no para de chapucear. Más allá de que la plétora de cartoons (apelativo que usó cierto director de cierto diario escrito en inglés para referirse a la obra de cierto servidor y cierto gran amigo de cierto servidor) que estamos viendo algunas veces nos emocione (y nos emocione bien), en tanto la espera no deje de ser actividad y pase a ser preámbulo, nos veremos en la obligación de agarrarnos de lo que podamos para escribir.