lunes, mayo 24, 2010

Funking it up

"Play for that money, boys. Play for that motherfuckin' money".
Antoine Batiste

En el caso de algunos, alcanzaría con esgrimir los pergaminos de David Simon y Eric Overmyer, que hace cosa de un año nos acercaron con humildad un policial (ni más ni menos) y, también con humildad, no cayeron ni una vez en la tentación de ufanarse mientras nosotros nos conmovíamos y nos alegrábamos y nos entristecíamos y nos enamorábamos, temporada tras temporada.













Sabemos que para otros, como Ian Anderson, es suficiente saber que Lucía Micarelli y su violín están en la serie y que una y otro lloran y ríen.


Y otros se interesarán cuando sepan que la serie es en New Orleans y que es después de la tormenta y que es sobre gente que dice no, una y otra vez.

Nosotros ya estábamos conformes con haber visto la otra serie; sabemos que podemos ver y escuchar a Lucía Micarelli y a su violín en otras partes, tal vez mejores; y se nos ocurren muchos lugares y épocas que se nos antojan mucho más interesantes que el sur de Estados Unidos y el presente.

Pero no podemos hacernos los distraídos con el hecho de que miramos Treme y tocamos con ellos, sentados frente a la pantalla, y, a veces, entre las notas de la flauta, que por torpes que sean son voluntarias, se escapan sonidos que vienen de otra parte, que por suerte no podemos presentir ni controlar.