miércoles, enero 27, 2010

"Once" (2007), de John Carney

Es fama que cuando Bioy le contó el argumento de "El sueño de los héroes" a Borges, Georgie le dijo que era "la historia más linda del mundo".

También se sabe (aunque no tanto) que Borges no dudaba demasiado antes de usar esa misma frase para calificar cualquier obra que le gustara mucho, lo cual es entendible: nos aterra menos contradecirnos un poco que convencernos de que una historia es insuperable*.

Once no puede** ostentar mucho en el ámbito musical; no está ni cerca de ser pareja en términos de buen gusto***; y tiene un final que no termina de convencer (como casi todos, aunque sabemos que vamos a quererlo tarde o temprano, como a todos).

Así y todo, con el antecendente anterior, no nos tiembla el pulso para decir que Once es la historia más linda del mundo.


*Cabe otra justificación, bastante pobre: Borges limita el análisis al mundo, que es una categoría espacial. Descartado el eje temporal (en especial el futuro, si pensamos, creemos que bien, que el pasado es parte tangible del mundo), el elogio pierde un poco de fuerza, pero no mucha.

**Ni quiere, es cierto, aunque la película sea, en términos prácticos, un musical.

***Varias escenas no hacían falta; otras directamente son perjudiciales.