lunes, julio 25, 2005

My kingdom for a lighter shade.

(Obviando lo terrible del caso, ¿no?)

En una época (un mes, quizá. No más.) mi madre me decía que me parecía al moro de venecia, que era el moro de venecia. Nunca aclaró si hablaba de Orson Welles o de Sir Laurence Olivier o de su idea de Otelo (libro que no leyó, vamos). Nunca le pregunté tampoco, porque con eso alcanzaba para hacerme bastante feliz.

Gracias al viaje en ciernes y a la exitosa política de empezar los interrogatorios a los tiros, el parecido empieza a parecerme una desgracia.

domingo, julio 17, 2005

Anger management

En mis épocas de pescador hecho y derecho, mi principal atributo, el que provocaba admiración y miedo en igual médida, era la paciencia. Zenón de chiquito. Sin embargo:

(...)
"Befriend me night, best patroness of grief,
Over the pole thy thickest mantle throw,
And work my flattered fancy to belief,
That heaven and earth are colored with my woe;
my sorrows are too dark for day to know:
The leaves should all be black whereon I write,
And letters where my tears have washed a wannish white."
(...)
John Milton, The Passion - V

A mí no me engaña con epifanías y lutos místicos. Es fija que Milton también tuvo que desabrocharsacarse el sobretodo porque olvidó colgarse el morral antes.

sábado, julio 09, 2005

Nadafagia de café #1

Básicamente, el trámite engorroso de entrar a blogger y tipear y poner negritas y no poder tachar y tener que conformarse con borrar... en fin, mi cuadernito físico y cuadrillé le ganó la pulseada. A eso los dos meses. Nueva política. De autoplagio.

Idiota de mí. Estoy en un bar, en "La Puerta de Alcalá", el que queda cerca de casa. Tengo que hacer un aparte... hay dos viejos galegos (sic) hablando de fútbol. Uno le habla al otro, que evidentemente no sabe de la existencia de países llamados "Nigeria" y "Maruecos" (sic). Listo el aparte.
Estoy en "La Puerta de Alcalá" porque no tengo las llaves de casa. No tengo las llaves de casa porque no tengo el sobretodo, porque lo dejé en el trabajo y me traje otro sobretodo en su lugar. Creo que el de Marcelo.

Tengo que esperar a mi papá, que me pasa a buscar con las preciadas llaves. Sigo escuchando la conversación de los galegos. Son tres. Aparentemente hay un cuarto galego que se la dio, o algo. Está en terapia intensiva en el centro galego. Ahora se olvidaron. Están increpando al mozo (quinto galego, presumiblemente) porque no funciona uno de los televisores. Hm... sospecho saber de qué cuarto galego se trata. Alfredo, el de la granja. Es un poco asombroso que uno pueda reconocer a los galegos del barrio, ¡hasta por menciones! Son casi 22* años en Caballito. ¿Pasará lo mismo, alguna vez, en Dublin #? Ése es un lindo objetivo aleatorio para la vida: poder reconocer de cuál de los galegos de Dublin # están hablando los galegos de un barcito cualquiera de Dublin #.
Cada vez que pongo "Dublin #" pienso, en secreto, en Dublin 4. No sé por qué. Probablemente me equivoque... o no. Supongo que tendría que ser barato. Y aceptando (con lágrimas en los ojos) que no habrá ni hunting girls, ni hunting grounds ni hunting game, con un pub y una librería cerca me conformo.

* Son casi 23, de hecho.