martes, junio 12, 2007

C'est une révolte!

De nosotros depende recrear lo que queda del intercambio.

Sepa, señor don Howard Schultz, que por muchos guiños a Melville que nos quiera enrostrar, hay quienes no vamos a bienvenirlo cuando aterrice con su aburrido Starbucks en la Ciudad de la Yegua Tobiana, y seguiremos alegrándonos cuando nos atiendan mozos de tupidas cejas y nos anticipen el pedido.

Etiquetas: