Anotaciones al margen de la existencia
Purgada el alma de intrascendencia, enfangadas las manos y las uñas de sencillez, pringosas las gargantas de desgañitamientos infames y feliz el intelecto de buenas cebadas, no nos queda más que agradecer a los participantes y felicitarlos por tan maravilloso código.
(Por cierto, esa fortaleza de brazos, acólitos, gavilanes, amigos y borrachos errantes te privó de un momento harto patético. De todos modos, gracias).
Ahora hay que mirar el periplo de las motas sacudidas.
Etiquetas: Florecillas
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