domingo, febrero 10, 2008

...porque era componente necesario del plan monástico que pusimos en práctica en las últimas semanas (que no obedece a un actitud profesional, claro, sino a una búsqueda estética —relamida, ya— que incluye un traductor, un texto innecesario, cantidades ridículas de infusiones, penumbra, ojeras y desengaños amorosos).

De cualquier modo, aunque nos hayamos granjeado fama de héroes en algunos foros, lamentamos el habernos llamado a silencio. Más que nada porque en pleno trance laboral supimos jugar con una entrada, quizás mas significativa que las habituales, que le apuntaba tangencialmente a una disposición que venimos advirtiendo hace mucho en ciertos círculos artísticamente inquietos: cierta fascinación con la originalidad y la novedad; cierto rechazo visceral y reflejo a cualquier cosa que forme parte de cualquier canon; cierta tendencia a trasegar cantidades industriales de música y cine, sin paladear nada; cierto acercamiento a la estética que resulta, por lo menos, llamativo.

En su momento preferimos no tener tiempo para denunciarlo y, además, acá no nos da el cuero para hablar de estas cosas*. Sin embargo, el dicterio correspondiente lo descartamos por habernos oído decir, anoche, tras una gran noche de Malba y una grandísima noche de Kabusacki**, en referencia a cierta parte de Recoleta, cercana al Gliptodonte, que seguiremos sin explicitar***:

"Y lo mejor es que no la conoce nadie".


*Aunque es cierto que alguna vez propusimos como mejor el enfoque, relativamente musulmán, de reescuchar, releer y remirar; aunque es cierto que seguimos poniéndolo en práctica.
** Por supuesto, la referencia al museo y al crafty guitarist vernáculo, junto con todo el blog, pueden tomarse como contradicción con lo anterior y como reivindicación del snobismo.
***A menos claro, que nos decidamos y empecemos a agitar los avisperos que hay que agitar para que cierta parte de Recoleta, cercana al Gliptodonte, vuelva a funcionar. En cuyo caso habrá que decir, nomás, de qué parte de Recoleta, cercana al Gliptodonte, hablamos.

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