Al hilo
Recuerdo:
"...pero atrás de la barra... ahí, estabas sexy."
Uno ahí dice que no, rubormente, o responde con algo witty, o la juega de humilde. En cualquier caso, por dentro se siente contento. Pero pasan dos horas y media, tres, quizás, y empieza a darse cuenta de que la presencia de botellas en el subte B a la mañana es para problemas; que no se pueden dar a probar tragos en medio de las clases; y que es más que probable que el chofer del 106 le niegue la entrada al muchacho ése que viene hombreando una barra de pino de 2 x 1 x 0,50 tan bien lustrada.
Las ellas ocasionales frecuentan lugares realmente poco prácticos.
"...pero atrás de la barra... ahí, estabas sexy."
Uno ahí dice que no, rubormente, o responde con algo witty, o la juega de humilde. En cualquier caso, por dentro se siente contento. Pero pasan dos horas y media, tres, quizás, y empieza a darse cuenta de que la presencia de botellas en el subte B a la mañana es para problemas; que no se pueden dar a probar tragos en medio de las clases; y que es más que probable que el chofer del 106 le niegue la entrada al muchacho ése que viene hombreando una barra de pino de 2 x 1 x 0,50 tan bien lustrada.
Las ellas ocasionales frecuentan lugares realmente poco prácticos.
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