jueves, mayo 12, 2005

Al hilo

Recuerdo:

"...pero atrás de la barra... ahí, estabas sexy."

Uno ahí dice que no, rubormente, o responde con algo witty, o la juega de humilde. En cualquier caso, por dentro se siente contento. Pero pasan dos horas y media, tres, quizás, y empieza a darse cuenta de que la presencia de botellas en el subte B a la mañana es para problemas; que no se pueden dar a probar tragos en medio de las clases; y que es más que probable que el chofer del 106 le niegue la entrada al muchacho ése que viene hombreando una barra de pino de 2 x 1 x 0,50 tan bien lustrada.

Las ellas ocasionales frecuentan lugares realmente poco prácticos.