miércoles, septiembre 12, 2007

"En Finlandia no se consigue" o "El grotesco criollo en 'Ariel', de Aki Kaurismäki (1988)"

"...un gran investigador de nuestro folklore. Un hombre nacido en el Norte, el noruego Sven Kundsen, el 'Payo' Kundsen..."
Les Luthiers, Añoralgias.
Una escena:

(Taisto habla con su padre, en un bar. Ambos desocupados, tras la clausura de la mina local).
Padre: No tiene sentido que te quedés a parar la olla acá. Andate de acá, que no hay un carajo. Vas a terminar hecho un borracho frustrado. (Le entrega un manojo de llaves). Quedate con el auto.
Taisto: (Lo mira con un dejo muy leve de incredulidad).
Padre: Siempre te gustó más que a los demás. Igual, no sirven para nada. Si no se quedan acá, se van a ir al Sur y se van a terminar ahorcando. (Se para, camina hacia el baño y se vuelve). Me hinché las pelotas. Pero no hagas lo que voy a hacer yo. También es una mierda. (Saca una Ruger, carga la recámara y entra al baño. Taisto mira desde su mesa y fuma, como casi siempre. Cuando suena la descarga, se levanta parsimonioso y va al baño a ver, libre de morbo, pleno de estoicismo).




Otra escena:

(Ya en la ciudad, Taisto se acerca a Irmeli, suerte de meter maid finesa que no sabe si dejar en el parabrisas del mítico auto de Taisto una boleta de infracción).

Taisto: Decidite, me tengo que ir.
Irmeli: Buenas tardes. Perdón. (Pone la boleta bajo el limpiaparabrisas).
Taisto: ¿Con quién me tengo que quejar?
Irmeli: Conmigo, personalmente.
Taisto: ¿No se puede hacer nada?
Irmeli: Una cena no estaría mal.
Taisto: Vamos.

[...]

(Ya de vuelta de la cena, en el auto, afuera de la casa de Irmeli, amueblada en cuotas).
Irmeli: Gracias por la noche, es mi primera vez en un convertible.
Taisto: El techo no anda.
Irmeli: Ya sé. Está oscuro, ¿querés subir?
Taisto: Si no es molestia...
Irmeli: Tengo café, nomás.
Taisto: Está bien.
Irmeli: ... (La vista al frente, la vista oculta por anteojos de sol).
Taisto: ... (La vista al frente, una mano en el mentón).
Irmeli: Estoy divorciada. (Lo mira).
Taisto: No te pongas mal por eso. (La mira).
Irmeli: Y tengo un hijo.
Taisto: Mejor, así necesitamos menos tiempo para formar una familia.
Irmeli: (Se ríe un poquito). ¿Siempre sos tan seguro de vos mismo?
Taisto: Primera vez.
Irmeli: Pero no hagás ruido, ¿eh?
Taisto: Nadie se va a dar cuenta.
Irmeli: Espero no arrepentirme.

[...] (Ya en la cama, después).

Irmeli: Irmeli.
Taisto: Taisto.
Irmeli: Mucho gusto.
Taisto: Me parece que ya te conocía.
Irmeli: Te vi una vez, en un bar.
Taisto: (Fuma, como casi siempre).
Irmeli: ¿Tus amigos te dicen Tasi?
Taisto: No tengo amigos.
Irmeli: Todos tienen amigos.
Taisto: Soy del campo.
Irmeli: Ah, así sí.
Taisto: Vas entendiendo.
Irmeli: ...
Taisto: ¿Tu esposo era borracho?
Irmeli: No, se fue con otra persona.
Taisto: ¿Adónde?
Irmeli: No me acuerdo. Fue todo un error. Lo odié desde el vamos.
Taisto: Qué raro.
Irmeli: Para vos, será raro.
Taisto: (Fuma, como casi siempre).
Irmeli: ¿Vas a desaparecer a la mañana?
Taisto: No, vamos a estar juntos siempre.
Irmeli: Bueno. (Se acuesta sobre el pecho de él). Mañana trabajo temprano. Buenas noches.



No nos vengan con el facilismo del tango y de los estibadores: esto sería igual de porteño sin volumen y sin proletarios. Esa resignación, esa templanza, es de Buenos Aires, de Boedo.

Nota de La Fruta: Las "traducciones" están hechas sobre otras traducciones, así que no nos hacemos mucho cargo; quedan sin magrear las geniales intervenciones de Mikkonen.