martes, septiembre 04, 2007

Scripta volant

Es posible que hayamos escrito a este efecto, ya, pero quizá quepa decir otra vez que hemos descartado multitud de entradas en los últimos días (meses, quizás).

Es posible que haya sido para evitar hacer de este espacio una suerte de diario íntimo. No pretendemos desmerecer el género, claro: por un lado, le tenemos un poco de miedo posmoderno y, por qué no, bastante snob (y barato), al concepto de "género". Por otro lado, bastante más patético, es claro que todas las entradas que llegaron configuran una suerte de diario íntimo.

(Nobleza obliga, empero, muchísimas de las cosas que no llegaron tampoco fueron depositadas en manos amigas o profesionales, mediante confesiones, llantos, risas y estertores que no habrían sido dóciles para el encasillamiento, aunque más no sea por su oralidad y, en mayor medida, por su dudosa carencia de protocolos).

Es posible, entonces, que el silencio no haya sido hijo del miedo a la taxonomía, sino retoño del terror platónico a la distancia que separa a la potencia de la realidad, la misma que postra, salvando las distancias (en las que entran un océano y, más o menos, un continente), al protagonista de "The snows of Kilimanjaro".

(Y acá tenemos que sacudirnos la tentación de decretar que todo silencio es en realidad hijo del miedo; y recordar que no, que la música; y recordar que tenemos pruebas de que hay silencios que, de hecho, son hijos del coraje bien entendido, aunque las silenciemos, probablemente por miedo).

Es posible, también, que querramos quedarnos algunos recuerdos y algunas inquietudes y algunas ideas para nosotros, para mirarlos tarde a la noche o cuando todo el sol cabe en la ventana del living.

Y es probable que por esta razón última hayamos abandonado en plena composición el objetivo primero de esta entrada y hayamos decidido quedarnos con esto, que pretendía justificar la poca ilación de un compendio de recuerdos, inquietudes e ideas que queremos guardarnos, para mirarlas tarde a la noche o cuando todo el sol cabe en la ventana del living.