jueves, agosto 30, 2007

Fragmento de charla probablemente oída al pasar en Levitar. El sábado.

Él, de riesgosa vestimenta. Ella, muchísimo más torneada.

Los dos, posiblemente novios en la primaria y claramente pasados de faso, discuten ciertos rasgos paranoicos y obsesivos de las cartas de ella, quizá con más solemnidad que la recomendable.

Ella intenta, sin demasiada convicción, ganar la seguridad del mimetismo.
—Si te lo ponés a pensar, no es tan raro.

Él, que a todas luces ya se lo había puesto a pensar, no puede evitarlo.
—No es tan raro. Todas las palabras que dije hasta hoy quisieron decir lo que las que voy a decir mañana: "No me dejes".