domingo, junio 04, 2006

Haven maven

No tiene catorce corredores, como esperaba, y el baño no está ni cerca de tener las cantidades de azul que la salubridad ordena. Así y todo, se mostró como un lugar ideal para estar contento y, a qué negarlo, triste.

Pequeños guiños del universo: la sorpresa de estar ahí nomás del San Román, cuna de sonrisas; aires de barrio; un millón de lugares para que descansen las guitarras.

Tengo ganas de mandarle un saludo a la industria inmobiliaria, pero todavía hay tiempo. If all else fails, I can always hide a while behind your smile.